La educación es un derecho fundamental de todas las personas y hacerlo efectivo exige garantizar que todos los niños y jóvenes tengan acceso a una educación de calidad en igualdad de oportunidades. Esto incluye a todos los niños y jóvenes con y sin discapacidad.
Para alcanzar nuestra principal meta, la inclusión, basamos la intervención en el Modelo de Derechos, siendo el más reciente enfoque para el abordaje de las personas con discapacidad a nivel mundial. Para trazar las rutas de vida, nos hacemos acompañar de una batería de pruebas psicoeducativas, lo que nos permite realizar adecuaciones al Currículo Nacional Base, dando mucho énfasis a las habilidades adaptativas.